martes, 23 de agosto de 2011

El comienzo

Aveces cuando uno escucha "Dios es mi pastor", "Dios te acompañe", "Que Dios guié tu camino" se detiene a pensar unos instantes sin saber que decir o que hacer en ese momento, yo solo me limito a escuchar sin entender nada, no soy una persona muy allegada a eso a lo que los demás le han llamado Religión, soy más bien esa clase de persona que cree en lo que ve, pero respeto todas y cada una de las creencias de la gente pues mi familia si es allegada a Dios.

Tal vez si el hubiera salvado a mi hermana...creería en el pero, no salvo a nadie, ni siquiera a mi madre que tanto pedía por nuestra seguridad día con día, si ese día su mano se hubiera posado en mi familia, seguro estaríamos todos juntos, y yo no tendría que estar encerrada en este lugar, en este convento que de nada sirve, las monjas son más impuras que un cerdo hablando palabras obscenas, el padre nos mira con lujuria  y se supone que aquí Dios es la ley, prefiero estar fuera bajo la lluvia que soportar todo esto.

Cierro los ojos y me recuesto esperando que el día de mañana nada sea igual a lo que es ahora, cierro los ojos tratando de no recordar aquel día, el accidente, de no recordar a mi familia, a nadie.

"Dios salve al reino que se pudre debajo de sus manos, Dios libere a la humanidad putrefacta" 

Aquella noche, tan solo sería el comienzo de la mayor de mis desgracias.